Todo procedimiento quírurgico provoca heridas, lesiones irreversibles que formarán cicatrices; esa es la realidad. Es gracias a los avances en tecnología y técnica quirúrgica que existen hoy en día posibilidades de hacer en algunos casos una cirugía de mínima invasión que deja cicatrices pequeñas y a veces imperceptibles. No obstante, no importa cuan pequeñas sean las heridas, siguen siendo un tema de preocupación principal después de una cirugía.
Sean grandes o pequeñas, se haya tratado de una cirugía electiva o de una urgencia, puede estar seguro que indicaremos un manejo específico para sus heridas y situación.
La cicatrización es en realidad un conjunto de procesos dinámicos que ocurren en parte simultánea y en parte consecutivamente. No existe un solo producto o una sola fórmula que sea indicado para todo tipo de heridas durante todo el complejo proceso de cicatrización. De hecho, en condiciones normales, es el cuerpo mismo el que logra una cicatrización adecuada si se cuenta con las circunstancias favorables, las cuales incluyen: un estado nutricional adecuado, una movilización temprana tras la cirugía y los cuidados más sutiles para no dañar la piel ni interferir con los procesos naturales de cicatrización.
Hoy en día el manejo de heridas de procedimientos quirúrgicos, incluso heridas que requieren estar abiertas, es en circunstancias normales muy sencillo, reservando tratamientos con sustancias, antisépticos y parches especiales sólo para casos seleccionados.
El cuidado de las heridas es, además, parte importante del conjunto de elementos que se valoran en el seguimiento después de su cirugía y por tanto parte de nuestro trabajo. Estamos convencidos de que la recuperación es tan importante como el acto quirúrgico en sí; no por nada puede uno pasar dos semanas de recuperación para una cirugía de dos horas.
Durante el proceso de atención con nosotros, después de su cirugía, le ayudaremos y enseñaremos a cuidar su herida como mejor aplique en su situación.
